El sexo, como casi todo lo que tiene que ver con nuestra anatomía, comienza en el cerebro. Y también pasa por el estómago. "La alimentación juega un papel esencial en nuestro día a día, y, como no podía ser de otra manera, cuando hablamos de deseo sexual, los alimentos tienen mucho que aportar", asegura Begoña Lluch, la chef Gran Diploma Cordón Bleu de París, directora gastronómica y de I+D de Begoístas, la plataforma de alimentación saludable que ha puesto en marcha junto a su hermana Cuchita.

Una dieta sana permite que el cuerpo funcione mejor a todos los niveles, incluido el sexo. Pero no todos los alimentos tienen la misma capacidad para despertar la pasión. ¿Cómo ayudamos a nuestro organismo cuando se trata de potenciar la libido? Con nutrientes que "equilibren las hormonas y bajen el nivel de azúcar en sangre y de cortisol", explica Begoña Lluch. El cortisol, una sustancia relacionada directamente con el estrés, "dificulta el orgasmo y altera el ciclo menstrual", añade Lluch. "Y las endorfinas que el cuerpo libera para mitigar el dolor pueden bloquear la liberación de hormonas esenciales para la producción de testosterona". Esto no es poca cosa porque los altos niveles de esta sustancia y de estrógenos que tenemos en los días de ovulación son los responsables de que tengamos más ganas de sexo. Por contra, justo antes de tener la regla y durante la menopausia descienden, lo que a veces deja nuestra libido por los suelos.

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