Bellos durmientes, despertad
Si quieres disfrutar de todo el potencial de tus semillas y frutos secos, mejor despiertos y con los ojos bien abiertos. ¡Actívalos!
Son realmente bellos, ¿no crees? Hablamos de las semillas, los frutos secos y las legumbres. Piénsalo bien: tienes delante pequeñas cápsulas con todos los nutrientes y las enzimas necesarias para producir una futura planta. Sin embargo, están dentro de una capa protectora que mantiene ‘dormidas’ sus propiedades hasta que las condiciones para la germinación sean adecuadas. Estas barreras naturales hacen que no siempre aprovechemos su riqueza nutricional en las comidas, pero por suerte, venimos a darte la llave de la puerta. La clave para despertar a los frutos secos o, mejor dicho, para activarlos.
Para empezar, conviene recordar que estamos ante unos alimentos sanísimos, que constituyen una gran fuente de proteínas vegetales, grasas saludables y fibra, además de otras sustancias bioactivas con gran valor nutricional. Durante mucho tiempo hemos sido muy injustos con ellos debido a la composición de grasas de su interior (55%). Sin embargo, se trata de grasas cardiosaludables: ácidos grasos esenciales que nuestro organismo emplea para la formación de membranas celulares. Leyendo todos estos beneficios, algunos se preguntarán por qué hay personas a quienes les resultan indigestos estos alimentos naturales con propiedades tan interesantes. Pues bien, esto se debe a los antinutrientes.
Bellos y muy recelosos de su intimidad, los frutos secos han desarrollado un mecanismo biológico envidiable que se define por su propio nombre: “si me consumes, no te nutriré”, nos gritan los ‘antinutrientes’. Estos guardianes, además de dificultar la absorción de los nutrientes del alimento, amenazan con provocarnos digestiones pesadas, hinchazón, molestias… Por ejemplo, uno de los más comunes es el ácido fítico, que impide la asimilación de muchos minerales, proteínas, almidones y grasas. Así que por muy leales que sean los centinelas, vamos a preguntarnos, ¿podremos derribarlos y despertar a nuestros superalimentos de su letargo? La respuesta es sí: la activación nos asegurará la victoria.
Bellos durmientes, preparaos. Vamos a espabilaros de lo lindo. Algo tan sencillo como poner las semillas o los frutos secos en agua (una vez más, el agua es nuestra mejor aliada) nos ayudará. Al dejarlos en remojo, creamos un entorno similar al de la germinación y favorecemos que los antinutrientes pasen al agua, para dejar paso a la absorción de vitaminas y minerales. De repente, despiertan para liberar toda la magia que guardan.
Hora de despertarse, queridos
Sábanas fuera. Para despertar a estos durmientes no necesitas trompetas ni platillos, sino que te valdrá con un grifo de agua y un poquito de paciencia:
- Pon las semillas o tus frutos secos favoritos en un recipiente de cristal o cerámica
- Cúbrelos bien de agua mineral o filtrada. Va muy bien si añades un chorrito de vinagre de manzana, limón o sal porque la acidez ayuda a activarlos
- Déjalos en remojo de 6 a 8 horas. El tiempo dependerá del tamaño: para las semillas pequeñas puede ser suficiente con 2 o 4 horas
- Pasado el plazo, enjuágalos y escúrrelos bien
Et voilà! Ya están despiertos (activados). Y lo mejor de todo, aguantan con los ojos como platos hasta tres días. Guárdalos en un frasco de cristal en la nevera y sácalos cuando los necesites. También puedes dejarlos al sol u hornearlos a unos 50 grados durante 10 horas. Este proceso de secado, que requiere de mimo y de paciencia, garantiza un premio: que los frutos secos y semillas estarán totalmente activad@s durante meses. A partir de aquí, puedes volver a deshidratarlos, marinarlos o tostarlos durante 15 minutos a 150 grados y hacer unos snacks supersaludables. Luego, añádelos a cualquier plato, dulce o salado, tú eliges.Te aseguramos que el sabor, el aroma y la textura te harán vibrar.
¿Tod@s son tan dormilones?
La mayoría de los que consumimos, sí. Como hemos comentado, el tiempo de remojo para activar los frutos secos y semillas depende de su capacidad de absorción. Nosotras preferimos que se queden en remojo toda la noche (al menos, unas 8 horas) con un chorrito de vinagre de manzana sin filtrar para neutralizar el ácido fítico, porque nos aseguramos la efectividad de los resultados. Pero algunas semillas y frutos secos no tienen inhibidores enzimáticos y con remojarlos para reblandecerlos bastaría. ¿Tienes avellanas, piñones, macadamias, pistachos o nueces de Brasil cerca? ¡Dales un chapuzón!- Almendras: 8-12h
- Nueces: 6-8h
- Pecanas: 4h
- Semillas de sésamo: 4h
- Semillas de girasol: 2h
- Semillas de calabaza: 4-6h
- Las semillas de lino o la chía generan una gelatina mucilaginosa al hidratarlas que es buenísima para el tránsito intestinal, pero con triturarlas sería suficiente.
- Las semillas de sésamo es mejor tostarlas en una sartén para activarlas. Conviene ir moviéndolas durante unos cinco minutos y estarán lista para nuestro festín.
- Los anacardos que consumimos normalmente no son un fruto seco, sino una semilla, y parecen estar crudos, pero realmente no lo están. Mejor pelados y tostados.
Celebremos la activación
En resumen, espabilar a los frutos secos no es cruel, sino conveniente. Mejor para ellos, mejor para ti. Te recordamos las razones por las que haces esto:
- Para eliminar tóxicos naturales (ácido fítico y taninos)
- Para neutralizar los inhibidores enzimáticos
- Para activar los procesos enzimáticos
- Para incrementar las cantidades de vitaminas
- Para hacerlas más digeribles
- Para favorecer la absorción de sus proteínas
- Para disfrutar más de su sabor