Cereales, ni buenos ni malos: imprescindibles
¿Conoces a alguien que haya eliminado los carbohidratos de la dieta? Desde luego, no es Begoísta. En nuestras recetas aprovechamos el poder de las semillas, los granos y los cereales -más variados de lo que creías- presentes en la naturaleza. Eso sí, los elegimos cuidadosamente y los tratamos con mucho amor, para que el romance nos dure toda la vida.
En realidad, los cereales no te vienen acompañando desde la infancia, sino desde la prehistoria. Se estima que, hace 105.000 años, los humanos ya comían granos. Otra cosa es cuáles se hayan escogido y cómo se hayan cocinado, algo que por supuesto ha evolucionado con el paso de los años, ¡y lo que nos queda! También es importante el punto del globo en el que nos encontremos, porque cada cultura -y sí, en todas se consideran una fuente de energía muy importante- tiene sus favoritos. Pensemos en los campos de maíz de América, el trigo en el Norte y la quinoa en el Sur; detengámonos en África para recolectar mijo y en Oceanía para abastecernos de avena. En Asia predomina el arroz, pero la suerte de vivir en el Viejo Continente es que los hemos cultivado todos, y sabemos sacarles partido.
Las Begoístas amamos viajar y adentrarnos en otros recetarios, por lo que con los platos de nuestros planes, nunca te aburrirás. De hecho, no pararás de hacer nuevos amigos, porque las opciones son inmensas, y eso que nosotras no empleamos gluten y apostamos por los integrales. La diferencia entre una harina refinada y otra integral es que la primera se ha sometido a un proceso durante el que se le retira el salvado, y con ello se prescinde de múltiples beneficios. Porque los cereales integrales contienen hierro, fibra dietética y vitaminas B, mientras que los refinados, presentes en alimentos procesados como panes blancos y pastas, tienen valores nutricionales más bajos y aumentan el nivel de azúcar en la sangre.
Quienes tratan de limitar su consumo de granos no están teniendo en cuenta que lo importante, como casi siempre en la vida, es elegir con cuidado. Les chivaremos otra ventaja: ya que los cereales integrales se digieren lentamente, la sensación de saciedad es mayor y el cuerpo mantiene sus niveles de azúcar en la sangre más estables. El hambre tardará más en atacarte, porque son un chute de energía sostenida y de alta calidad. Por el contrario, las dietas pobres en fibra también alteran la composición de nuestra microbiota, que son las bacterias del intestino encargadas de la digestión y la defensa frente a los microorganismos.
Vayamos con el gluten: prescindir de él, tampoco es una tontería, ya sea por la enfermedad celíaca, una alergia detectada o la mayor sensibilidad de muchas personas. Para evitar el gluten del trigo, el centeno o la cebada, hay muchos cereales integrales carentes de él que podemos incluir en nuestra dieta, porque el cambio será tan PLACENTERO como te propongas. ¿Que no te lo crees? Conoce algunos de los alimentos más importantes de la despensa Begoísta.
Guía rápida para la cocción de cereales
Si nos lo pides, nosotras te cocinamos, pero si te apetece experimentar con los cereales entre fogones, aquí va un manual de cocción. Recuerda lo que siempre te decimos: ensaya, hasta encontrar la fórmula que mejor te funcione.
- Empieza por medir la cantidad. Una taza de granos secos tiene un rendimiento aproximado de 2 a 4 raciones.
- Comprueba el estado del cereal si ha estado almacenado, para que no haya elementos indeseados. Luego, enjuaga en agua fría.
- Opcionalmente, puedes remojar los granos de 1 a 8 horas para suavizarlos, lo que aumentará la digestibilidad y reducirá el ácido fítico, ¡pero escurre bien!
- Agrega la cantidad de agua recomendada según el cereal para hervir. Puedes echar una pizca de sal marina para facilitar la cocción, pero este truco no es válido con el kamut, el amaranto y la espelta, porque altera los tiempos.
- ¿El truco Begoísta? Agrega un trozo de kombu y una hoja de laurel, no solo por el intenso aroma, sino sobre todo porque mejora la digestión.
- Reduce el fuego, cubre con la tapa y cocina a fuego lento durante los minutos sugeridos en cada cereal. Importante: no remuevas durante esta cocción final.
- Apaga el fuego y mantén la cazuela cubierta durante cinco minutos antes de esponjar el interior con un tenedor. ¡Mastica bien y disfruta de cada bocado!
Tus nuevos mejores amigos
Ya te lo hemos dicho: venías a hacer amigos. En los planes Begoístas, se incluyen algunos cereales comunes, con los que te habrás encontrado de modo habitual, pero también otros muy novedosos. Te los presentamos, con todos los beneficios que aportan a tu cuerpo, y te decimos cómo les gusta ser tratados para dar lo mejor de sí mismos. A partir de ahí, vuestra relación será muy duradera.
- Arroz integral
A diferencia del arroz blanco, el hermano brown preserva las capas de salvado intactas, por lo que mantiene todos los nutrientes naturalmente presentes en el alimento. Estas capas de salvado no solo protegen el grano, sino que cuidan de sus ácidos grasos. Es por ello que el arroz integral contiene mayor cantidad de vitamina B, además de hierro, magnesio, aminoácidos y ácido linoleico.
¿Y eso qué provoca en ti?
- Sacia la sed
- Promueve una buena digestión
- Equilibra el azúcar en la sangre
- Controla los cambios de humor
Cómo conservarlo: compra arroz integral de alta calidad y guárdalo en frascos de vidrio herméticos, dentro de un armario oscuro, para evitar que se vuelva rancio.
Cómo cocinarlo: al igual que el arroz común, una vez te acostumbres a su sabor, el arroz integral sirve para todo. Este grano se usa a menudo como base de platos salados, agregando otros ingredientes, desde currys, hasta tacos y sopas.
Truco de preparación: para lograr un arroz esponjoso, enjuaga antes de hervir.
- Kasha
En realidad, ‘kasha’ es el nombre del trigo sarraceno que se tuesta hasta lograr un color ámbar, por lo que podríamos considerarlo una preparación en sí. Se trata de una de las comidas tradicionales más antiguas de Rusia. A pesar de su nombre, estamos ante una semilla, que en realidad no pertenece a la familia del trigo, sino que es pariente del ruibarbo. Carece de gluten y, entre todos los trigos, tiene el tiempo de tránsito más largo en el tracto digestivo, por lo que sacia mucho.
¿Y eso qué provoca en ti?
- Estabiliza el azúcar en la sangre
- Beneficia a tu circulación
- Fortalece los riñones
- Es una buena fuente de fitonutrientes
- Apoya un perfil de colesterol saludable
Cómo conservarlo: en un lugar fresco y seco, dentro de un recipiente hermético.
Cómo cocinarlo: además del sabor fuerte y terroso, constituye una comida muy sustanciosa. Se puede comer como cereal de desayuno caliente, como guarnición de un plato más ligero o como plato principal de cereales mezclado con verduras.
Truco de preparación: la única forma de cocinar kasha es agregándolo al agua hirviendo. Esto mantiene los granos separados y menos blandos.
- Mijo
El mijo es un grano pequeño y redondo, sin gluten, y con mucha proteína, hierro, fibra, magnesio y fósforo. Su historia se remonta a miles de años atrás, era el cereal principal de China antes de que el arroz se popularizara. Hoy en día, alimenta a numeras personas en África, Rusia o la India, entre otros países. Es un cultivo extremadamente prolífico, que crece bien a pesar las condiciones duras.
¿Y eso qué provoca en ti?
- Te proporciona calor en días de frío
- Apoya a los riñones y el estómago
- Contiene manganeso, que ayuda a mantener una piel saludable
- Antifúngico, ayuda a aliviar los síntomas de la cándida
Cómo conservarlo: guárdalo en un frasco hermético o en un recipiente de vidrio, que mantendrás dentro de la alacena. Así resistirá de 6 a 9 meses.
Cómo cocinarlo: el mijo se puede usar en papillas, cereales, sopas y panes. Es un delicioso sustituto del trigo en el cuscús, ya que tiene una consistencia similar. En algunas partes de África, el mijo se fermenta para hacer cerveza.
Truco de preparación: usa siempre una parte de mijo por dos partes de líquido.
- Quinoa
La quinoa tiene el perfil nutricional más impresionante y se cocina más rápido que todos los granos. Si bien técnicamente es una semilla, generalmente se agrupa como cereal, ya que se cocina de manera similar. Además, contiene los nueve aminoácidos esenciales, lo que la convierte en una proteína completa. La conocen muy bien en América del Sur porque, desde hace 8.000 años, crece en las llanuras en los Andes. Seguro que la quinoa tuvo algo que ver con la energía de los incas.
¿Y eso qué provoca en ti?
- Vitaminas B, hierro, zinc, magnesio y calcio
- Es un alimento ideal para la resistencia
- Fortalece los riñones y el corazón
- Ayuda a reducir la inflamación
Cómo conservarlo: aunque la quinoa es uno de los cereales más caros, comprarla a granel puede reducir los costes. Se almacena en un lugar fresco y seco.
Cómo conservarlo: el contraste de texturas es delicioso en cualquier plato. ¿Te apetece un porridge? La quinoa se puede recalentar con un chorrito de leche de almendra, un poco de piel de limón y finaliza con canela. ¿En salado? Agrega verduras para una ensalada refrescante o tubérculos para una guarnición caliente.
Truco de preparación: aunque la quinoa se lava antes de empaquetarla, no está de más enjuagarla antes de cocinar para terminar de eliminar la saponina, un compuesto amargo natural desarrollado para protegerla de los depredadores.
La fiesta del cereal ya ha empezado
Te hemos presentado a los mejores. El arroz integral, el kasha (a base de trigo sarraceno), el mijo y la quinoa son algunos de nuestros granos favoritos, porque todos tienen un alto aporte nutricional en fibra, vitamina B, minerales y proteínas. Como cereales integrales, ayudan a mantener niveles equilibrados de azúcar en la sangre y la digestión, y nos ayudan a sentirnos satisfechos tras una comida, lo que contribuye a mantener un peso saludable. Pero ya sabes: para las Begoístas el PLACER está en la base todo, por lo que concluimos con un argumento igual de importante. Los platos que prepararás a partir de estos ingredientes -o que te preparemos durante nuestros planes- los rebañarás hasta el fondo.
¿Ya has probado nuestra sopa de amaranto y tamarindo, el porridge de teff o el moon muesli con quinoa y amaranto hinchados? Pues hablamos cuando lo hagas.